- Un vaso bien colmado de fabes.
- Una cebolla.
- Una hoja de laurel.
- Un manojo de perejil.
- Medio pimiento choricero.
- Una patata.
La olla ya preparada para comenzar a hervir. |
La patata se trocea en tacos y se echan a la olla cuando las fabes ya estén casi tiernas. Pinchar los trozos con un tenedor hasta comprobar que están los trozos tiernos.
En una sartén calentamos un buen chorro de aceite y se echan las almejas. Se remueven un par de minutos y les echamos un chorro de vino blanco. Cuando se haya consumido el vino pasamos el contenido de la sartén a la olla. Tanto las patatas como las almejas se pueden echar al mismo tiempo.
Las fabes ya guisadas y reposando. |
Ya esta, las dejamos reposar y se sirven junto con un vaso de vino. Me estoy acordando ahora de cuando estuvimos en los picos de Europa y comimos allí unas fabes estupendas aunque más caras de las que se estaban comiendo los de la mesa de al lado, ¿por qué?
¡A comer!
Preparados para comer. |